La imagen que te represente te dirá cuál podría ser tu trauma no resuelto

A pesar de que la ciencia haya avanzado más durante este último siglo que prácticamente en todo el milenio no significa que se hayan revelado todos los enigmas de nuestro tiempo. La psique humana sigue siendo todo un campo de curiosidades que nos sigue resultando atrayente.

En concreto hoy te traemos este test en el que podrás descubrir qué tipo de trauma arrastras desde tu infancia solamente eligiendo una de estas cuatro figuras. Piénsalo bien y siéntete completamente identificado con cada una de las formas. ¿Preparado?

1-Te sentiste rechazado

Siempre solemos identificar a nuestro líder o ídolo como la persona a la que tenemos que imitar, que seguir, y hacemos todo lo posible por repetir cada uno de sus pasos. Por desgracia en esta prueba de aprendizaje a veces nos encontramos con el rechazo de dicho referente, marcando notablemente nuestra personalidad. Si has elegido la primera opción es posiblemente este hecho el que marcó toda tu vida: fuiste rechazado por alguien a quien admirabas profundamente. Tus rasgos han dependido de este punto.

“…todos los proyectos que emprendas lleven un sello de “no va a funcionar”…”

A partir de esta amarga experiencia te has vuelto una persona muy distante, insegura y con una gran falta de autoestima. No logras acabar de encajar el rechazo y lo has dejado que lata en lo más profundo de tu corazón, motivando que todos los proyectos que emprendas lleven un sello de “no va a funcionar” que no es más que el eco de ese desagradable momento. Procura aceptar y encajar la dura crítica y cambia tu punto de vista, pues solo así vas a lograr avanzar y mejorar.

2-Alguien importante te traicionó

De nuevo un referente fue el culpable de uno de los mayores traumas de tu pasado. En este caso no es que te rechazara directamente, sino que falló cuando depositaste toda tu confianza en él o ella. Puede que fuese algo que en ese momento no fuese demasiado importante para la otra parte, pero para ti fue todo un punto de inflexión que te ha hecho modificar tu propia personalidad hasta el punto de que renacistes con una desconfianza completa hacia las acciones de los demás. No dejes de leer por si te sientes identificado con otro dibujo.

“…Has logrado desarrollar una coraza de confianza impenetrable…”

Este fallo provocado motivó que te convirtieras en alguien que, a pesar de poder ser muy extrovertido, no deja que nadie más se te acerque. Has logrado desarrollar una coraza de confianza impenetrable para evitar que alguien pueda volver a hacerte daño. Pero aparte de sentirte así más seguro, también estás evitando que los demás conozcan tus verdaderos sentimientos y tus más secretas inquietudes, motivando de hecho que puedan fallarte con más facilidad. Solo tú tienes la clave para romper este círculo vicioso.

3-Humillación

Hiciste algo en tu pasado que puede que no buscase la aprobación de nadie, pero que levantó la mala idea de alguien a quién tenías como un ser querido. Sufriste una humillación, puede que hasta pública, que te ha hecho completamente diferente y que te trastornó sobremanera. Ahora eres carne de aprobación externa, pues no quieres volver a repetir la experiencia traumática que te modificó, estando constantemente buscando que los demás te valoren positivamente. Puede que hayas encontrado un equilibrio gracias a esto, pero de paso podrías haber destruído un eje de tu propia personalidad.

“…una suerte de monstruo de Frankenstein hecho de retazos…”

A pesar de que la búsqueda de aceptación externa puede reportarte felicidad, termina por destruir tu propia personalidad, convirtiéndote en una suerte de monstruo de Frankenstein hecho de retazos. “Nunca es tarde si la dicha llega” debería ser tu seña para abanderar un cambio en tu más profundo ser y lograr dar el paso definitivo que te permita mostrarte al mundo tal y como eres. Solo en el momento en el que rompas tu crisálida te darás cuenta de cuán hermosa es tu propia personalidad.

4-Soledad y abandono

El monstruo de la soledad y el abandono es de lejos uno de los más terribles de lidiar. Puede que en tu pasado no hayas tenido referentes fuertes o, simplemente, los hayas perdido demasiado pronto y cuando más los necesitabas. Sea como fuere te has criado en una especie de naturaleza salvaje que solo te ha permitido desarrollar tu personalidad de la forma más tosca y salvaje posible. Por desgracia las elaboradas mentes que te rodean no te logran aceptar de esta forma, a pesar de que seas un superviviente, tus habilidades sirven de poco.

“…debes aprender a convivir contigo a solas…”

Puede que haya llegado el momento de descubrir un nuevo mundo, de buscar referentes o bien en las nuevas personas que te rodean o, mejor aún, en ti mismo. Tu miedo a la soledad te ha convertido en alguien sociable por naturaleza, pero debes aprender a convivir contigo a solas si quieres llegar a superar ese trauma. Intenta utilizar técnicas de meditación que te comuniquen con tu yo interior, pues así lograrás ser alguien que se mueva como pez en el agua en cualquier situación.