Un análisis de los patrones lingüísticos del lenguaje de los psicópatas”, de los autores Jeffrey T. Hancock de la Universidad Cornell (EE.UU.) y, Michael T. Woodworth y Stephen Porter de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), sobre las características lingüísticas de un psicópata.
Las palabras pueden revelar importantes conocimientos sobre el funcionamiento psicológico incluidos la depresión, la personalidad, e incluso si una persona está mintiendo.
Una creciente linea de investigación sugiere que los patrones sutiles en la selección de palabras pueden revelar los procesos cognitivos y emocionales subyacentes, en gran parte debido a la operación automática y no consciente de la producción del lenguaje que está estrechamente relacionada con los estados y las dinámicas psicológicas básicas. Se puede obtener una comprensión más depurada de las particulares características psicológicas a través de programas de análisis estadístico de textos que analizan de manera eficaz una diversidad de variables lingüísticas.
Aunque este tipo de investigación plantea que la psicopatología puede reflejarse en los estilos lingüísticos idiosincrásicos, existen pocos análisis de relatos de psicópatas. Los psicópatas poseen combinaciones específicas de características cognitivas, sociales y emocionales que los diferencian de la población general. Demuestran una tendencia totalmente egoísta y un profundo déficit emocional, como se evidencia en estudios de psicofisiología, neurología y conducta. Los psicópatas suelen ser hábiles conversadores y emplean el lenguaje para mentir, atraer, y en última instancia “utilizan” a los demás para obtener un beneficio material, drogas, sexo o poder. A pesar de esta habilidad aparente, estudios previos han revelado que el lenguaje del psicópata parece ser, sorprendentemente, menos coherente que el de los no psicópatas. Se ha podido observar, que el discurso de los psicópatas suele ser más accesorio e incoherente. El presente estudio es el primero en analizar únicamente las cualidades específicas del lenguaje psicopático utilizando unas sofisticadas herramientas de análisis estadístico de textos.
Usando estas herramientas, se han examinado las características lingüísticas de los psicópatas (al relatar sus crímenes violentos) en tres características principales: su naturaleza instrumental, material único y necesidades socioemocionales y déficit emocional. En primer lugar, parece que los psicópatas ven el mundo y a los demás de una manera instrumental. Sería interesante comprobar si su orientación instrumental se refleja en su discurso con un lenguaje más obvio y enfocado a sus actos criminales, con un uso relativamente elevado de conjunciones subordinadas (“porque”, “puesto”, “como”, “por lo que”). En segundo lugar, se supone que los psicópatas tienen impulsos y necesidades socioemocionales especiales que podrían dar lugar a patrones lingüísticos particulares. En tercer lugar, los psicópatas evidencian un déficit generalizado en su capacidad para interpretar y experimentar la emoción.
Se ha investigado por tanto, si este déficit emocional se refleja en varias dimensiones de su lenguaje. El distanciamiento psicológico se relaciona con un mayor uso de formas verbales en pasado y menos formas verbales del presente, y un mayor empleo de artículos o nombres concretos.
Se espera que los psicópatas utilicen un lenguaje consistente con el distanciamiento psicológico y que hablen de sus asesinatos como si hubiesen ocurrido hace mucho tiempo y empleando más artículos que los no psicópatas. La muestra se compone de 52 asesinos de género masculino, psicópatas (n=14) y no psicópatas (n=38), encarcelados en centro penitenciarios canadienses, que admitieron sus crímenes y se ofrecieron voluntarios para este estudio. La psicopatía se midió utilizando el Psychopathy Checklist-Revised (PCL-R), el método más ampliamente utilizado para la evaluación de la psicopatía en los últimos 20 años. Mientras estaban siendo grabado tanto en vídeo como en audio, se pedía a los participantes que describieran el acto homicida con el mayor detalle posible. Se han utilizado dos herramientas de análisis de texto para analizar las transcripciones. La primera es el programa de análisis de corpus Wmatrix, empleado para comparar las partes del discurso y analizar los conceptos semánticos en los corpus de los psicópatas y del grupo control. La segunda herramienta de análisis de texto es el Dictionary of Affect in Language (DAL), un programa que se usa para examinar el estilo afectivo de las palabras.
Se espera que los psicópatas muestren patrones lingüísticos únicos relacionados con su visión del mundo instrumental, sus necesidades fisiológicas primitivas, y su profundo déficit emocional, al describir un suceso autobiográfico importante (un homicidio).
Generalmente, los resultados han sido consistentes con las predicciones; las narraciones de los psicópatas contienen una mayor instrumentalidad y más aclaraciones, enfocadas en la auto-preservación y la necesidades corporales, y con más interrupciones del habla, orientadas hacia el pasado, y con menos intensidad emocional en comparación con los delincuentes no psicópatas. Es importante destacar que estas diferencias en el estilo están probablemente fuera del control consciente y son difíciles de alterar intencionalmente en un discurso. El primer hallazgo, es que los psicópatas son más propensos a utilizar un lenguaje aclaratorio y enfocado a sus actos criminales, con un nivel relativamente alto de conjunciones subordinadas, lo que indica más afirmaciones de causa-efecto. Este patrón sugiere que los psicópatas probablemente consideran el crimen como un resultado lógico de un plan, consistente con que su violencia es más instrumental y está más motivada por los objetivos que la de otros delincuentes. En segundo lugar, se ha descubierto que los psicópatas usan aproximadamente dos veces más palabras relacionadas con las necesidades fisiológicas y de autoconservación básicas al describir su violencia que sus homólogos. Por otra parte, los delincuentes no psicópatas utilizan un lenguaje más relacionado con las necesidades sociales. Este patrón es consistente con el hecho de que la conceptualización de los psicópatas está centrada en las necesidades más básicas o en una etapa más temprana del desarrollo del yo. Los resultados, sin embargo, también pueden simplemente reflejar que son más propensos a recordar detalles accesorios del asesinato (como lo que comieron ese día) que los no psicópatas que suelen recordar los detalles más centrales del homicidio. Otro hallazgo importante se refiere al contenido emocional de los relatos.
Era de suponer que los psicópatas describieran el horrible acto de manera fría, sin emociones, consistente con el conocimiento teórico y empírico existente.
Así pues, los individuos con altas puntuaciones en el Factor 1 del PCL-R (rasgos afectivos/interpersonales) describen el crimen con menor intensidad emocional y utilizan asimismo un lenguaje menos emocionalmente agradable, lo que demuestra efectivamente la naturaleza más oscura de su personalidad. El hecho de que los psicópatas sitúen el asesinato lejos en el pasado puede ser consistente con la idea del distanciamiento emocional, tal y como se observa por el incremento en el uso de formas verbales del pasado pero no de formas verbales del presente. Por otra parte, los no psicópatas pueden visualizar y describir el suceso en el presente. No obstante, el principal hallazgo es que el lenguaje del psicópata contiene considerablemente más interrupciones del habla. La específica tarea de describir un intenso suceso “emocional” a otra persona de manera que parezca apropiado (gestión de la impresión) puede producir una mayor carga cognitiva en el psicópata, lo que da lugar a un habla menos fluida y coherente. Sin embargo, existen algunas limitaciones que deben tenerse en cuenta en la interpretación de los resultados. En primer lugar, el análisis estadístico de textos se ha llevado a cabo con narraciones relativas a un tipo de suceso (un homicidio), evidentemente, un tipo inusual de suceso en términos de tasas de referencia y contenido emocional. En segundo lugar, se pidió a los delincuentes que describieran un suceso que no fue grabado.
Por lo que es probable que algunos de los sujetos no fueran del todo sinceros acerca de los detalles del suceso.
En resumidas cuentas, el análisis del lenguaje de los psicópatas revela que describen sucesos emocionales intensos (sus crímenes) de una forma peculiar. En relación con otros individuos, sus relatos contienen más afirmaciones de causa-efecto, más referencias a necesidades fisiológicas básicas, son menos emocionales y menos positivos, muestran un desapego emocional al usar más tiempos en pasado, y revelan una gran falta de fluidez que sugiere que la tarea es cognitivamente exigente. En general, estos resultados abren una nueva ventana a la mente del psicópata, permitiendo deducir que la visión del mundo de un psicópata es fundamentalmente diferente del resto de la especie humana.
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