Tomate y azúcar en un día hará que tu rostro se aclare sin manchas de forma permanente

Como parte de nuestra rutina de belleza es necesario exfoliar el cutis por lo menos DOS VECES a la semana.

Claro, todo dependerá del tipo de piel que tienes y qué tan suave es el exfoliante.

Es importante aplicar exfoliante

Mientras más suave sea el exfoliante o mascarilla, más te lo podrás aplicar en el rostro. Y mientras más grasa sea tu piel, más necesitarás.

A mí me gustan los exfoliantes caseros hechos a base de frutas, y aceites naturales, como este de tomate y azúcar que te dejará el rostro súper radiante ,luminoso y sin manchas.

Tomate con azúcar y quedaras radiante:

El tomate combinado con la azúcar son astringente natural que ayudan a combatir el acné. Es rico en vitamina C, un antioxidante muy efectivo que regenera, hidrata e ilumina tu rostro.

Además de usarlo para exfoliar la piel, también puedes utilizar el tomate para preparar marcarillas en casa o como tónico, ya que tonifica la piel de manera natural y ayuda a eliminar el exceso de grasa y los puntos negros. 

Esta mascarilla o exfoliante a base de tomate con azúcar me deja la piel luminosa, y sin manchas estoy segura que se convertirá en uno de tus favoritos. Y lo mejor es que es ideal para todo tipo de piel no contiene efectos secundarios. 

Ingredientes:

  • Un tomate maduro 
  • Una cucharada de azúcar
  • Una cucharada de miel 

Preparación y aplicación de este exfoliante:

Con una chuchara, extrae toda la pulpa del tomate y ponla en un olla mediana. Agrega el azúcar moreno, la miel y mezclaros hasta formar una pasta cremosa.

Si sufres de acné este exfoliante natural es para ti:

Si sufres de acné o tienes la piel muy grasa, agrega el jugo de medio limón. En el rostro, previamente lavado, aplícate esta mezcla con movimientos circulares por varios minutos. Déjalo actuar en la piel por unos 10 minutos y retira el exfoliante con agua templada. 

Para optimizar los resultados y lograr un cutis aun más radiante, una vez retires el exfoliante, aplicar la pulpa de la otra mitad del tomate directamente en el rostro. Déjala por unos minutos para que penetre en la piel. Luego, retíralo con agua.